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Vueltas de la vida



1-    “No me gustan los hombres de raza negra, me voy a casar con un hombre blanco, preferiblemente extranjero. Así que ya sabes, me llevas para tu casa que de allá me traigo uno.”

2-    “Yo? Con una mujer que no trabaje y se gane su propio dinero? Ni muerto.”

3-    “Llegaré virgen al altar.”

4-    “Me casaré virgen y después que acabe mis estudios.”

5-    “Yo jamás voy a casarme. No quiero tener que compartir mi cama con un tipo que no es mi familia, la cama es mía sola! Y si me caso tiene que ser con alguien que tenga suficiente dinero para que pague el divorcio porque yo o daré un solo centavo.”

La primera opción me la dijo una de mis mejores amigas en una de esas charlas que siempre se tienen en la pausa del colegio. La segunda me la dijo un chico contándome del por que había dejado a su novia, ya que ambos eran amigos míos. La tercera se la oí a todas mis amigas cuando éramos jóvenes al igual que la 4ta y la quinta la dije yo cuando tenía 5 años. Lo recuerdo muy bien, porque solté aquella joya en medio de una reunión de señoras amigas de mi familia tras oír una por una como hablaban del novio, del enamorado o del amante. Eso lejos de celebrármelo fue casi como un estigma, porque a partir de ese momento sentí como las señoras dejaron de creer para mí un “buen futuro” pensando desde tan joven de esa manera. Pobre de mí si no cambiaba!

La vida da tantas vueltas… y mientras gira, tu vas girando también, te golpeas por tanta velocidad y puede que te des con una piedra o contra una nube; es una lotería esto de vivir, donde a veces el premio son unas bofetadas y tu queriendo sacarte el premio de la lotería aun sin saber a ciencia cierta en que consiste compras todos los boletos… llevándote así claro, el premio.

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